martes, 8 de mayo de 2007

Por la Paz y la Canción

Hace unos días me preguntaron qué necesitaba para ser feliz, y contesté sin la menor duda, con una certeza que me asombró a mí mismo, exactamente lo qué necesitaba. El 80% de ello lo tengo a mano. Hoy conversando con un buen amigo llegamos a la conclusión que un porche, una tarde de Hermosillo (fresca, por favor), un café y música variable serían la instantánea de la felicidad en este momento y en cualquier otro.
Diría cómo me siento, pero esta canción lo dice mejor que yo.

Por la Paz y la Canción
(del disco "El tiempo de las Cerezas" de Enrique Bunbury y Nacho Vega)



Recorrer mil caminos,
caminar de sol a sol,
cruzar a nado mil ríos,
por la paz que trae la canción.

Y al final del día,
sentir un leve dolor,
y esperar la secreta alegría,
de la paz que trae la canción.

Vino a hablarme un ángel,
detrás la verdad susurró,
y al marchar dejó escrito en el aire,
la verdad, está en la canción.

Ver tu alma por dentro,
conocer acaso el horror,
no acostumbrarse a ello,
no, sin la paz, no, sin la canción.

Recorrer mil caminos,
caminar de sol a sol,
cruzar a nado mil ríos,
por la paz que trae la canción.

Fui a ver al Gitano,
sentí tan profunda su voz,
serás, me dijo, juzgado,
y tu juez será la canción.

Y a pesar de todo,
aunque me paralice, y me invada el dolor,
o mil veces resbale en los mismos lodos,
sé que al final me alzaré y la ocasión será
para brindar con los buenos amigos,
por mi juez, mi rey: la canción.

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