domingo, 7 de octubre de 2007

Nevermore

Una escasa vela ilumina raquíticamente la habitación del hospital. Apenas y la luz basta para insinuar siluetas amorfas que se pierden entre las sombras del fondo. Lo único que puedo apreciar en toda su horrenda claridad es la sinfonía interminable de gemidos y los olores de los otros enfermos. Son como las voces del infierno… de un infierno a media luz y de una tibieza lechosa, en esa atmósfera pútrida como el cuerpo intangible de los fantasmas que la yerran.
No puedo ni un instante desoírlas. Gimen, gimen pastosas, incoherentes, húmedas y amargas como el vino barato que también recuerdo. Interminablemente...
Los últimos días son una vorágine de náusea y horror, de voces que no dejaban de murmurar, de voces de dulces demonios o ángeles licenciosos.
Voces de fuego y voces aladas.
Estallan en mi cabeza y giran también imágenes… Virginia, dulce y triste, languideciendo entre las ropas de su cama, como la luz de la tarde que se extinguía en su ventana. Dulce Virginia, las voces me reprochan el pasar los atardeceres contemplándote, hermosamente muerta en vida, delicada y eterna como un ángel de mármol.
Virginia, desapareces y un bordado de oro recubre tu lecho… temerosa te pierdes en los demonios dibujados por la siniestra luz de los cirios en cada arabesco tejido en oro… amada, en tu lecho de fastuoso lujo, los fantasmas vienen y te acarician con dedos mil años muertos, mil años desesperados y el Gusano triunfa sobre ti… y mis visiones no acaban.
El Silencio. Mi amada se confunde donde la belleza absoluta de un pálido rostro y una mirada lánguida imperan. Virginia se rompe en Anabel Lee, en Morella, en Leonor, en Ligeia y Berenice… “y desde las ruinas grises de mi memoria surgen a mi mente mil recuerdos tumultuosos”.
Mi amada es un fantasma que recorre los recovecos de un humo lechoso y dulce como la madrugada. Y te pierdo una sola vez, pero infinitamente en cada texto y nombre, en cada frase y verso, no dejo de perderte…
Las voces no callan y ninguna de ellas es tu voz, Virginia.
Culpable, culpable, culpable…
¿Sí sólo durmieras Virginia, si esa pálidez de tus mejillas, si ese velo en tus ojos no hubiera sido más que el sueño profundo, un encanto sólo el frío de tu tacto? Virginia, amada, ¿cuántas veces contemplé con sorpresa el rocío de tu aliento en un espejo? ¿Cuántas veces permanecías en este mundo amortajada sólo por tu cama?
Virginia, cuánto deseara tu mano de levísimo calor tocando la mía… sentir tu aliento moribundo en mi mejilla, revolver ese cabello tuyo que se deshacía en mis manos. Virginia, ni una sola voz de las que me reclaman es la tuya. Ninguna de estas voces viene de los perfumados paraísos donde te deseo.
Ruego que, no viniendo acompañándolas tú, sean de los más profundos abismos que te desconocen.
Mi desdichada Ligeia.
Mi amada Eleonora.
Mi querida prima Berenice.
Mi fatigada Morella.
Mi hermosa Anabel Lee.
Mi profetizada Lenore.
Mi infinita y eterna Virginia.
Y sólo una palabra incesante de una voz oscura logró entender…
Nunca más.


Boston, 19 de enero de 1809,
Baltimore, 7 de octubre de 1849













The Sleeper
( La Durmiente )



At midnight, in the month of June,
Era medianoche, en el mes de junio,
I stand beneath the mystic moon.
estaba de pie bajo la mística luna.
An opiate vapor, dewy, dim,
Un vapor opiado como débil rocío,
Exhales from out her golden rim,
exhalaba desde su dorado borde,
And, softly dripping, drop by drop,
y suavemente vertía, gota a gota
Upon the quiet mountain top,
sobre las tranquilas cimas.
Steals drowsily and musically
Y suave y musicalmente
Into the universal valley.
se adentraba en el valle universal.
The rosemary nods upon the grave;
El romero sobre la tumba pende
The lily lolls upon the wave;
y el lirio se dobla sobre la onda;
Wrapping the fog about its breast,
en el ropaje de niebla que lo envuelve.
The ruin molders into rest;
Las ruinas desmoronadas reposan;
Looking like Lethe, see! the lake
¡mira, como el Leteo! el lago
A conscious slumber seems to take,
un sueño despierto parece tomar
And would not, for the world, awake.
y no querer, para el mundo despertar.
All Beauty sleeps!- and lo! where lies
Duerme toda Belleza y mira como reposa
Irene, with her Destinies!
Irene, junto a sus Destinos.
O, lady bright! can it be right-
¡Oh, dama luminosa! puede esto ser correcto
This window open to the night?
¿La ventana abierta a la noche?
The wanton airs, from the tree-top,
El aire lascivo, desde las copas de los arboles,
Laughingly through the lattice drop-
risueño, en un goteo penetra el enrejado.
The bodiless airs, a wizard rout,
La brisa incorpórea, bruja hechicera,
Flit through thy chamber in and out,
inunda tu aposento, entre y sale
And wave the curtain canopy
y ondea el pabellón de tus cortinas
So fitfully- so fearfully-
tan irregular - tan atemorizantemente
Above the closed and fringed lid
sobre el orlado borde de tu lecho,
'Neath which thy slumb'ring soul lies hid,
donde tu alma adormecida yace oculta.
That, o'er the floor and down the wall,
A través del piso y sobre los muros,
Like ghosts the shadows rise and fall!
¡como fantasmas, las sombras se alzan y caen!.
Oh, lady dear, hast thou no fear?
Oh, querida señora ¿tienes algún miedo?
Why and what art thou dreaming here?
¿Por qué y cúal es el encantamiento que sueñas aquí?
Sure thou art come O'er far-off seas,
Seguro tu encantamiento viene de remotos mares,
A wonder to these garden trees!
¡a maravillar este jardín de árboles!
Strange is thy pallor! strange thy dress,
¡Extraña es tu palidez! Extraño tu vestido,
Strange, above all, thy length of tress,
¡Extrañas, sobre todo, tus largas trenzas
And this all solemn silentness!
y ese completo y solemne silencio!

The lady sleeps! Oh, may her sleep,
¡La dama duerme! ¡Oh, podría su sueño ser,
Which is enduring, so be deep!
mientras dura, tan profundo
Heaven have her in its sacred keep!
que el cielo lo tenga bajo su amparo sagrado!
This chamber changed for one more holy,
Esta habitación cambiada por una más santa,
This bed for one more melancholy,
esta cama por una más melancolica,
I pray to God that she may lie
Oro a Dios para que ella pueda yacer
For ever with unopened eyes,
para siempre con sus ojos cerrados,
While the pale sheeted ghosts go by!
¡mientras los fantasmas como pálidas hojas se vayan!

My love, she sleeps! Oh, may her sleep
¡Mi amor, ella duerme! ¡Oh, pueda su sueño
As it is lasting, so be deep!
ser tan duradero como profundo!
Soft may the worms about her creep!
¡Sean delicados los gusanos alrededor de su cripta!
Far in the forest, dim and old,
Lejos en el bosque, viejo y oscuro,
For her may some tall vault unfold-
para ella alzaron alguna tumba no revelada
Some vault that oft has flung its black
Una tumba que antes desplegaba sus cancelas negras
And winged panels fluttering back,
y aladas, flotantes,
Triumphant, o'er the crested palls,
y triunfantes, sus crestas mortuorias,
Of her grand family funerals-
de los grandes funerales de su familia.
Some sepulchre, remote, alone,
Algún sepulcro, remoto y solitario
Against whose portal she hath thrown,
en donde a sus portales ella arrojaba,
In childhood, many an idle stone-
en su niñez alguna inútil piedra,
Some tomb from out whose sounding door
una tumba lejana a cuyo sonoro portal
She ne'er shall force an echo more,
ella nunca arrancará un eco jamás.
Thrilling to think, poor child of sin!
temblando al pensar, pobre hija del pecado,
It was the dead who groaned within.
que eran los muertos los que gemían en su interior.

E.A. Poe

jueves, 4 de octubre de 2007

A 50 años del Sputnik

Me besó dulcemente en la frente y me dijo lo que sentía. Que era sólo que yo le gustaba. Que había dudado mucho, pero que no había podido evitarlo. "Tú también me gusta", le dije. "Así que no te preocupes por nada. Sigo queriendo que estés a mi lado."

Luego, Sumire permaneció mucho rato con la cabeza hundida en la almohada, derramando las lágrimas contenidas durante largo tiempo. Mientras tanto, yo le acariciaba la espalda desnuda. Desde el cuello a la cintura, sintiendo la forma de sus huesos, uno a uno, bajo las yemas de mis dedos. También yo hubiese querido llorar. Pero no podía.
Y entonces lo comprendí. Habíamos sido unas magníficas compañeras de viaje, pero, en definitiva, no éramos más que dos solitarios pedazos de metal trazando su órbita cada una. Desde lejos parecían bellos como estrellas fugaces.
En realidad sólo éramos prisioneras sin destino encerradas cada una en su propia cápsula. Cuando las órbitas de los dos satélites se cruzaban casualmente, nos encontrábamos. Quizás simpatizábamos. Pero sólo duraba un instante. Momentos después volvíamos a estar inmersas en la soledad más absoluta. Y algún día arderíamos y quedaríamos reducidas a nada.



Fragmento de Sputnik, mi amor de Haruki Murakami