martes, 2 de agosto de 2011

La Ecuación de la Vida

Darkseid, el oscuro dios final del agónico cuarto mundo, descifró la ecuación de la Anti-Vida.

Soledad más Alienación más Miedo más Desesperación
Más una Autoestima dividida consecutivamente entre Burla, Condenación e Incomprensión
Multiplicando el resultado por Culpa, Vergüenza, Fracaso y Prejuicio.

N es igual a Y,
donde Y es igual a Esperanza y N es igual a Insensantez.
El Amor es igual a la Mentira.
La Vida es igual a la Muerte.
El Yo es igual al Lado Oscuro.

La vida, creo, ha de contar con su propia ecuación, infinitamente más vaga e incompartida. Sin los sentimientos precisos, sin alquimia para los dias felices (y es que, a diferencia del dolor y la desesperación, el amor, la felicidad y la satisfacción no son incuestionables). Como cartas de tarot cayendo, los fragmentos de la felicidad, esa ecuación de la vida, aletea dispersa e inasible. Y como el mazo de cartas una vez caído, el Destino se petrifica en amargura.

¿Cuál será la ecuación de la Vida?

Facundo Cabral
Mi Vida
Le canta al pueblo




La belleza dramática de Bolivia, la mujer que la continúa, las nueces, las uvas, el queso, la inteligencia de Borges, la inocencia de Teresa, la nieve en Suiza, el café en Buenos Aires, por supuesto.
Eliot, Rilke, los antiguos chinos, Florencia, Atenas, Toledo, la leña ardiendo en el invierno europeo y la carta de mi querida sudamericana.
Una nueva idea, una vieja amiga, la noruega donde descubro mi verdadera identidad, y el africano que me devuelve mi perdido y antiquísimo sonido, la mujer que ahora mismo descubro.
Todas las hermosuras del amor, el fuego, el bendito fuego, el sagrado fuego, la paz—que tal vez sea fuego quieto—el pez de donde vengo, la estrella donde voy.
Alguna copla en Granada, la primavera en París, una aventura en Sevilla, un gran amor en Madrid. Los beduinos y el misterio, Jerusalén y la luz, el desierto, los camellos y la nostalgia del sur, el sur, el sur.
Mi vida, mi vida, el mundo y el color. Mi vida, mi vida, silencio y canción.
Un poema cada día, mi Venecia cada vez, Nazaret y Galilea y las huellas de Moisés. En el Jordán beber vino, en el mar muerto flotar. En Londres abrir los ojos y en Holanda la verdad, y el sol, y el mar.
Mi vida, mi vida, el mundo y el color. Mi vida, mi vida, silencios y canción.
Las muchachas, las palomas, el caribe y el placer, las maravillas de Roma, la ternura de Belén. Teotihuacan, Macchu Picchu, Chagall, la leche y la miel. Los gitanos, la alegría, la libertad y la fe, la fe, la fe.

Mi vida, mi vida, el mundo y el color. Mi vida, mi vida, silencios y canción.

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