Yo que recorro los mares
y que palmo a palmo el mundo
de un confín a otro confín
hoy tomo mi ultimo rumbo,
desde mi cuerpo hasta el tuyo,
desde donde estoy a ti.
Tú que recorres Lisboa
y sus calles y sus fondas,
con hombres de una sola vez.
Tú serás mi último puerto
para amarrarme a tu alma
y sólo yo vivir en él.
Faro que alumbras al mundo,
por encima de la tempestad.
Devuélveme la esperanza
y que brille mi estrella,
pero no en soledad.
Oye mi voz, mi última oportunidad.
Faro que alumbras al mundo
alumbra mi vida.
Fotos y cartas marchitas,
de cuando planes y sueños
aún vivían en su piel.
Dos vidas en dos maletas,
entre Lisboa y Madrid,
en una estación de tren.
Él se durmió para siempre
con su billete en la mano,
en un banco en el andén,
y ella se apagó de golpe
como se apaga una vela
después del amanecer
Faro que alumbras al mundo,
por encima de la tempestad.
Devuélveme la esperanza
y que brille mi estrella,
pero no en soledad.
Oye mi voz, mi última oportunidad.
Faro que alumbras al mundo
alumbra mi vida
Hoy reposan en silencio
uno siempre junto al otro,
aunque en alma y en papel.
Por fin juntaron sus vidas
volcando las dos maletas,
sobre su mar a la vez.
Otra historia como tantas
de amor y de mala suerte,
y de un destino traidor,
pero en el puerto en Lisboa
cuando la luna te aplasta,
alguien canta esta canción.
Faro que alumbras al mundo,
por encima de la tempestad.
Devuélveme la esperanza
y que brille mi estrella,
pero no en soledad.
Oye mi voz, mi última oportunidad.
Faro que alumbras al mundo
alumbra mi vida.
Faro que alumbras al mundo,
por encima de la tempestad.
Devuélveme la esperanza
y que brille mi estrella,
pero no en soledad.
Oye mi voz, mi última oportunidad.
Faro que alumbras al mundo
alumbra mi vida...
lunes, 16 de julio de 2007
Faro de Lisboa
(Enrique Bunbury & Révolver)
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